sábado, 23 de junio de 2012

Exposición




1.    ¿A qué se refiere con el Protocolo IP  no orientado a conexión?
IP es un protocolo no orientado a conexión, usado tanto por el origen como por el destino para la comunicación de datos, a través de una red de paquetes conmutados no fiable y de mejor entrega posible sin garantías.
Los datos en una red basada en IP son enviados en bloques conocidos como paquetes o datagramas (en el protocolo IP estos términos se suelen usar indistintamente). En particular, en IP no se necesita ninguna configuración antes de que un equipo intente enviar paquetes a otro con el que no se había comunicado antes.
IP provee un servicio de datagramas no fiable (también llamado del mejor esfuerzo (best effort), lo hará lo mejor posible pero garantizando poco). IP no provee ningún mecanismo para determinar si un paquete alcanza o no su destino y únicamente proporciona seguridad (mediante checksums o sumas de comprobación) de sus cabeceras y no de los datos transmitidos. Por ejemplo, al no garantizar nada sobre la recepción del paquete, éste podría llegar dañado, en otro orden con respecto a otros paquetes, duplicado o simplemente no llegar. Si se necesita fiabilidad, ésta es proporcionada por los protocolos de la capa de transporte, como TCP.

2.    ¿Cómo funciona el Protocolo NFC?
NFC es una tecnología inalámbrica, por lo tanto, usa frecuencias de radio. Opera en la banda de 13.56 MHz, abierta y desregularizada en todo el mundo. Eso significa que no es necesario ningún tipo de licencia para operar en esa frecuencia.

Las transmisiones por radio en esta banda se producen en forma “half duplex”. Esto quiere decir que el mismo canal se utiliza tanto para transmitir como para recibir información. Además, para evitar que dos dispositivos transmitan a la vez, existe un protocolo de diálogo mediante el cual el emisor, antes de transmitir, verifica que no hay otro dispositivo transmitiendo en ese momento. Esto que en un protocolo normal inalámbrico podría parecer una limitación, en el caso del NFC, al disponer de distancias tan reducidas y en el que la seguridad está tan controlada, se hace necesario.

La conexión se realiza entre dos dispositivos de manera automática en el momento en el que se “encuentran” a unos 5cm el uno del otro, a pesar de que esta distancia puede variar según diferentes factores (tipo de emisor/receptor, temperatura, aislantes, etc.). La distancia máxima obligatoria para operar se fija en 20 cms. Esta distancia máxima se debe a la necesidad de cubrir la seguridad de la información, y que ésta no se propague más allá.

A la hora de estandarizar los interfaces, las capas de comunicaciones de la tecnología NFC sigue la normativa ISO.

La velocidad de transferencia puede ser de 106, 212 o 424 kbps. El servicio que arranca la comunicación fija la velocidad, pero ésta puede variar en función del entorno o de los requerimientos de la misma comunicación. Por ejemplo, una aplicación que ponga en contacto dos teléfonos, y que mediante la acción de un usuario un dispositivo transmita un fichero a otro.



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